sábado, 18 de mayo de 2019

METACOGNICIÓN

¡¡Buenos días de fin de semana!!

Para comenzar este post, os voy a lanzar una pregunta. ¿Los niños son conscientes de lo que aprenden?

Suele suceder que los niños en una escuela se pasen el día jugando. Esto está bien porque el juego es una herramienta fundamental de aprendizajes en los que éstos son significativos y perduran en el tiempo. Pero, una vez que salen de la escuela o del colegio, las familias tienen tendencia a preguntar "¿qué has aprendido hoy en el cole?" y el niño de responder "jugar". Y es que es verdad, lo que hacen es esto. A partir de aquí, a las familias se les suele venir un mundo encima porque sienten que están "perdiendo" el tiempo o, mismamente, comparan a sus hijos con otros niños.

Debemos evitar este tipo de situaciones. Aparte de que cada escuela tiene una metodología diferente, no tenemos que anticipar los aprendizajes del niño cuando a lo mejor éste no está preparado para iniciarlos. Hay que dejar que el niño descubra por sí mismo cuándo está listo y no meterle prisa. Un aprendizaje forzado a la larga será peor. Por ello, una vez que se han iniciado en el aprendizaje de cualquier cosa, es importante ayudarles a tomar conciencia de sus propios aprendizajes.

Esto es lo que se llama metapráxis, una reflexión sobre el modo de pensar, de sentir, de tomar decisiones, etcétera. El desarrollo de esta capacidad es una habilidad predominante en las personas con inteligencia intrapersonal alta, es decir, aquella que es capaz de acceder a los sentimientos propios. Pero, ¿los niños son capaces de acceder a ellos cuando a veces no saben ni lo que sienten?

Al parecer si, aunque no estoy muy convencida. Una persona con esta capacidad manifiesta algunas características como independencia, expresión de sentimientos, trabajo individual, pensamiento íntimo, meditación, necesidad de espacio personal, conciencia de sus emociones, pensamiento existencial, búsqueda de actualización y confianza en los otros. Aún así, ¿de verdad creemos que los niños pueden tener poseer estas características? Personalmente, en adultos es factible, pero quizá en niños no mucho, o al menos, yo no he visto a ningún niño que reúna todas las características que he mencionado.

No obstante, me parece algo curioso e interesante del que se podría indagar mucho más.


TANIA MARTÍN

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