miércoles, 3 de abril de 2019

TEATRALIA 2019

Se trata de un festival de artes escénicas para niños y jóvenes con el objetivo de acercar el teatro a los más pequeños. 

La obra, con la que estuvieron en pasado mes de marzo y de la que me voy a centrar, era Blancanieves, pero no la típica princesa sino una Blancanieves que se despierta sola y no necesita príncipe. Solo con esta frase nos damos cuenta de que el rugido feminista se cuela en este escenario para hacer que los niños no hagan la diferenciación entre hombres y mujeres como nos pasa a los adultos, sino promover la igualdad entre ambos.

Foto Periódico El País
Como dice Alba Vergne, actriz que da vida a los personajes, "los niños están habituados a príncipes y princesas, pero hay que darles otros ejemplos de vida feliz, y que vean que existen muchas otras formas de relacionarse". Y tiene toda la razón. Desde pequeños nos han hecho creer que existían los príncipes y princesas. Pero en la vida real nada de eso sucede. Este tipo de películas tienen demasiados estereotipos que debemos ir trabajando con los niños. No sólo la mujer es rescatada por un hombre sino que la persona malvada siempre es una mujer. Victimizamos y caracterizamos como malvada a la mujer dejando como héroe al hombre.

Esta obra aporta un final más contemporáneo en el que cuando Blancanieves cae en el sueño mortal, los príncipes de todo el mundo acuden para despertarla, pero ninguno lo consigue. Porque NO existen los príncipes azules. Directamente, Blancanieves se despierta sola y se salva a sí misma.

Tenemos que representar el cambio hacia una sociedad más igualitaria a través de los personajes femeninos. Además, los niños deben abrazar o arropar la idea de igualdad y sentir este problema que existe.

También hicieron dos obras más, Estrella, que es una niña de apenas 6 años que quiere convertirse en una pianista mundialmente conocida debido a la disciplina otrogada por su madre, pero su ésta cae enferma y muere. Por lo que tiene que madurar antes de lo previsto y rescatar a su padre del abismo. Todo esto lo realiza gracias al empoderamiento y resiliencia que tenemos los seres humanos para salir de las peores situaciones.

Foto Periódico El País
Y la última se llama Arturo y Clementina, dos tortugas que se enamoran pero con el tiempo Arturo presiona y condiciona la libertad de Clementina. Podemos ver perfectamtente la violencia psicológica que se ejerce. Según Pedro López, director de Teatralia, los niños entienden perfectamente cuando hay maltrato. Creo que es verdad, un niño no es tonto y se da cuenta cuando alguien pega a alguien, ya sea entre sus iguales o en su entorno más cercano. Tristemente, sigue habiendo violencia de género. Por eso, López considera que las obras de teatro desempeñan un papel fundamental en la educación.

Foto Periódico El País


TANIA MARTÍN

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